Desde su salida en 2015, Microsoft ha ofrecido una actualización gratuita a Windows 10, para todos los propietarios de una copia genuina de versiones anteriores de Windows como Windows 7 y Windows 8, como un intento deliberado de ganar el mayor número posible de usuarios en su nueva plataforma, y tratar posicionar a Windows 10 como el sistemas más usado de su ecosistema en tiempo récord.
Ayer precisamente Microsoft publicó un post en su blog de Windows, donde da algunas estadísticas sorprendentes sobre Windows 10, en las que entre otras cosas nos informa que ya son más de 300 millones de dispositivos activos los que corren esta versión de su sistema operativo, que según ellos, es la que muestra la mayor tasa de satisfacción por parte el usuario que ninguna otra versión de Windows anterior.
Pero el objetivo del post en realidad es advertir a las personas, que ya casi llega el primer año de Windows 10, y con este, el final de la promoción de actualización gratuita. Esto significa que a partir de julio 29 las personas que no actualizaron a Windows 10, tendrán que pagar $119 dólares por subirse al tren tarde.
Pasado el 29 de julio, prácticamente la única forma en la que se podría adquirir legalmente una copia de Windows 10 sin pagar por ella, seria por ejemplo a través de los acuerdos escolares que Microsoft tiene con los alumnos de algunas universidades o instituciones educativas o como sistema OEM en un nuevo equipo que se adquiera como un PC de escritorio, tableta o portátil.